domingo, agosto 26, 2007

El amor es ciego....


La rivalidad mente, deseos, filosofía, literatura, contra muerte, olvido, suerte, salto al vacío, desamor, memoria, mente, deseos, filosofía, literatura. En ese círculo no se puede pedir un arma saludable.

Nunca sabemos como se tejen los días y las anticipaciones son pálidos deseos, la fantasía jamás será completa.

Días oscuros para nuestros equipos de fútbol. Tristeza de la buena..., sin solución hasta otra tristeza....

jueves, agosto 23, 2007

Hola bastardos...


De lo más hermoso del mundo es el sonido de un bajo. Hay bajistas de todos los sabores y calibres. Algunos tienen una buena pinta y otros son horrorosos en su presentación personal; sin embargo, hay uno y sólo uno. Nadie más: Les Claypool...
Recomiendo su web... Claypool

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lunes, agosto 20, 2007

Lina María Arias (Ilustradora)

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"Quiero ser una chica Almodóvar"


Comenzando el siglo sabemos que este será una centuria totalmente femenina. Los hombres no tenemos la necesidad de imponernos o considerar que cambiaremos el mundo. No es un conformismo, ni una queja machista; no, es una realidad. Los hombres somos capaces de enamorar mujeres que cambian el mundo. Es difícil encontrar un hombre brillante (no reconocido), en cambio las mujeres inteligentes abundan en el abandono, sin reconocimiento. Si son una salida, no lo sé, igualmente tampoco, pienso que las cosas cambien. Las armas son masculinas y están por encima de las palabras. El lenguaje (eminentemente femenino), es reducido a su opuesto, es transformado en silencio masculino.

Un ejemplo lo constituye la comisión que viaja a Venezuela. Este grupo es comandado por mujeres y en un porcentaje alto las ideas es dado por ellas. Sí, Moncayo está. Pero, en él participa de la mejor forma que lo podemos hacer los hombres: el silencio. Nosotros podemos criticar el mundo y en lo cotidiano lo cambian las mujeres. Hermosas, intensas, habladoras hasta la neurosis masculina. La comisión da pasos de tacones: madres, hijas, esposas y amantes en silencio (lo oscuro es masculino), esperan que cambie algo.

No exijo nada, solamente nunca ser ciego, para no perderme el mundo y las formas femeninas (no feministas (voz masculina con vagina)) de solucionar el mundo y llorarlo. Bellas espectadoras de vaqueros e indios, en plena madurez del mundo, matándose.

La obra es de María La Placa. Artista boliviana .

Irías a ser ciega
que dios te dio esos ojos
irías a ser muda
que dios te dio esa boca.
Vicente Huidobro

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domingo, agosto 19, 2007

Alegría!!!!!

La pesadez de los días me abruma. Transcurren como tren japonés o serpiente en huída. Sin embargo, son más pesados que borracho latoso o amigo crazy. Los días que se convierten en Díaz son los que me gustan. Esos que tienen nombre propio y se dice:”¿Se acuerda del día de la fiesta?, ¿Se acuerda del día del paro?, ¿Se acuerda de nuestro primer día aquí?”. Esos Díaz son contados para que sean sagrados. Ahora, sé que los otros son días comunes y corrientes, de esos en los que engordo y no tienen rostro. Son muchos, ¡Mierda es como el 97% de los días!, es decir que me falta mucho por vivir, para encontrar que puedo almacenar muchos días más . Menos mal existo; o si no podría acordarme de esta canción….


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sábado, agosto 18, 2007

Las ideas del pasado...



Al amanecer me llegan ideas, busco papel y se me pierden. Al tratar de escribir no encuentro esas ideas, se escapan como días de diciembre. Creo en los días de antes, en los pasados y por tanto me trato de acordar de las ideas. Me vienen ideas cada vez que inspecciono lo que se ocurre. El escribir es una actividad del ego, demasiado ego. Asimismo, me produce alegría ver buenas bandas. Ocurrencia incierta, me gustó el pasado concierto de FLAME. Hoy me acuerdo de un concierto de anoche.....

Con ganas.... BACANO Alfred , buen día para recordar algo de anoche....

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miércoles, agosto 15, 2007

Mejor que el primero...



Fíjese que muchas veces volvemos a los mismos discos y canciones. A los mismos lugares, pocas veces a las mismas mujeres. Afortunadamente volvemos a casa y sabemos volver a un libro o novela. Bueno ya tengo un lugar nuevo a donde llegar. Un disco que me ha cambiado el poco sentido que tengo de la música. Entra en mi top ten…


Para una crítica en contra… pulse (aquí ) allí le ayudaran con el disco…


domingo, agosto 12, 2007

Archienemigo, archibaldo, archivo, Archie....

En días pasados me asaltó una idea y me robó casi unos veinte minutos de mi vida (¡qué rosa este comentario!). Durante los cuales pensé en los héroes cotidianos. En aquellos que asisten en la vida a cualquiera, están prestos para dar una sugerencia, un consejo, una mano que cambie el rumbo chueco… Estos héroes que usan traje de paisano, piensan que el mundo anda mejor a partir de sus acciones. Asesoran, preguntan, cuidan, se preocupan, fastidian, toman parte donde no se les llama, la iniciativa es su lema y la intromisión su forma práctica. Me declaro archienemigo de esos tipos y tipas que saben hacer las cosas y no permiten que otros aprendan del error. Los que su sentido comunitario se funda en entrometerse. En no permitir que pidamos ayuda, que nos equivoquemos. Propongo que pensemos en las características de la ayuda, y sí, si es necesario y aporta más que truncar, ahí sí, ayude… de resto no. (Esta declaración no me compromete a rechazar ayudas futuras o manos caritativas que me alienten…)

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sábado, agosto 11, 2007

Verde pollito...


En estos días de calores inusuales, de tristezas intempestivas, de felicidades longevas y horas rápidas como años en un cine, tenemos razones de peso para pensar en la posibilidad de entrar en nuevos tiempos. Es hora de entrar en una “onda” pendulante de ecología, es hora de salvar el mundo con un granito de arena. Busca en tu corazón verde y siembra alegría.

NO ¡!!! Mil veces NO. NO (1), NO (2), NO (3) y el resto otro día. Tenemos un problema grave de supervivencia anímica y soluciones musicales. Estos desastres naturales no se resuelven con auto ayuda, sino con soluciones radicales (tampoco), sólo con soluciones razonables, no salvaré una ballena; tampoco, tendré ganas de regresar tortugas al agua, o ir en búsqueda del DODO, con una lámina de chocolatina Jet en la mano. Otricos NO!! (bis), sólo quiero un poquito de sensatez.

Bueno, para que la promoción no sea en vano, recomiendo un artículo, que me hizo pensar. Aquí recomiendo un ecologista más aterrizado, no con ideas convenientes o sorprendentes, sino necesarias.

El profesor de estadística Bjorn Lomborg, nos dice que no debemos preocuparnos por el calentamiento global.

Salve el mundo aquí

Perdí la pista del cuadro de arriba...

domingo, agosto 05, 2007

La renuncia de Vallejo...


"A México llegué el 25 de febrero de 1971, vale decir hace 36 años largos, más de la mitad de mi vida, a los que hay que sumarles un año que viví antes en Nueva York. ¿Y por qué no estaba en Colombia durante todo ese tiempo? Porque Colombia me cerró las puertas para que me ganara la vida de una forma decente que no fuera en el gobierno ni en la política a los que desprecio y me puso a dormir en la calle tapándome con periódicos y junto a los desarrapados de la Carrera Séptima y a los perros abandonados, que desde entonces considero mis hermanos. Me fui a Nueva York a tratar de hacer cine, que es lo que había estudiado, y de allá me vine a México y en pocos años conseguí que Conacite 2, una de las tres compañías cinematográficas del Estado mexicano, me financiara mi primera película, Crónica roja, de tema colombiano. Entonces regresé a Bogotá a tratar de filmarla con el dinero mexicano. ¡Imposible! Ahí estaba el Incomex para impedirme importar el negativo y los equipos; la Dirección de Tránsito para no darme los permisos que necesitaba para filmar en las calles; el Ministerio de Relaciones Exteriores para no darme las visas de los técnicos que tenía que traer de México; la policía para no darme su protección durante el rodaje y el permiso de que mis actores usaran uniformes como los suyos y pistolas de utilería pues había policías en mi historia... Y así, un largo etcétera de cuando menos veinte dependencias burocráticas con que tuve que tratar y que lo más que me dieron fue un tinto después de ponerme a hacer antesalas durante horas. Entonces resolví filmarla en México reconstruyendo a Colombia. En Jalapa, la capital del Estado de Veracruz, por ejemplo, encontré calles que se parecían a las de los barrios de Belén y de la Candelaria de Bogotá y allí filmé algunas secuencias. Con actores y técnicos mexicanos, con dinero mexicano e infinidad de tropiezos logré hacer en México mi película colombiana a la que Colombia se oponía, soñando que la iban a ver mis paisanos en los teatros colombianos. ¿Saben entonces qué pasó? Que mi mezquina patria la prohibió aduciendo que era una apología al delito. Una apología al delito que se basaba en hechos reales que en su momento la opinión pública conoció y que salió en todos los periódicos, la del final de los dos hermanos Barragán, unos muchachitos a los que la policía masacró en un barrio del sur de Bogotá. A cuantas instancias burocráticas apelé, empezando por la Junta de Censura y acabando en el Consejo de Estado, la prohibieron. Nadie en Colombia, ni una sola persona, levantó su voz para protestar por el atropello, que no era sólo a mí sino al sueño de todos los cineastas colombianos, quienes por lo demás, sea dicho de paso, también guardaron silencio. Como yo soy muy terco volví a repetir el intento con mi segunda película colombiana, En la tormenta, sobre el enfrentamiento criminal entre conservadores y liberales en el campo cuando la época llamada de la Violencia con mayúscula, y con igual resultado: no me la dejaron filmar, la tuve que hacer en México y me la prohibieron, aduciendo que el momento era muy delicado para permitir una película así. Como yo sólo quería hacer cine colombiano y no mexicano, ni italiano, ni japonés, ni marciano, desistí del intento. En alguno de mis libros, aunque ya no me acuerdo en cuál, conté todo esto pero con más detalle: los camiones de escalera y los pueblitos colombianos que tuve que construir, los platanares y cafetales que tuve que sembrar en las afueras de la ciudad de México, los ríos quietos como el Papaloapan que tuve que mover para que arrastraran los cadáveres de los asesinados con la ira del río Cauca, la utilería que tuve que mandar a hacer o traer de Colombia a México, como las placas de los carros y las botellas de cerveza... Nunca acabaría de contarte cosas. Te lo resumo en una sola frase: Colombia, la mala patria que me cupo en suerte, acabó con mis sueños de cineasta.

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Omarama Simpson

Siempre hay espacio para ser frívolo. No importa... ahora soy un Simpson

sábado, agosto 04, 2007

chocolate con tío rico...


Recuerdo un día, cuando un hombre parecido a Guillermo Cabrera Infante jodía sobre un poema de Girondo. Por esos días en una universidad llena de ratas, úlceras, cigarrillos Continental y una que otra felicidad, recuerdo que eramos esenciales,eramos esos, aquellos que teníamos eternidad asegurada. Recuerdo poco dinero y muchas ganas. Recuerdo los días como gárgolas en un tejado. Recuerdo las camiantas y otras cosas que no cuento. En honor a esos días y a nuestro Cabrera Infante que hablaba como un poeta chileno, aquí está un poema.

jueves, agosto 02, 2007

La felicidad está a la vuelta de la esquina...

rompeolas...



La lejanía de los días es tenaz. No en el sentido bogotano, en el sentido español, castizo. Es apremiante como acudo a los días pasados y regreso con menos ganas de pasado que antes. Cada vez pienso en no repetir está vida. No quiero un día igual, no quiero dos días iguales, no quiero secuelas de películas de horror. Tampoco segundas partes de algo parecido. Me aflige tener que recurrir al pasado. Mis héroes no existen, no tengo museos de cera en mi mente y la zona histórica de mis pensamientos no tiene exposiciones recientes. He quemado los días amarillos de tanto recordar. Tengo pereza de tiempo, de curvas, de gusanos, de huellas en mi cuerpo y en los olores del mundo. No me acuerdo de nada. Aspiro la soledad de un presente sin dados eternos. También he recogido y roto el hilo temporal. Vacíe los archivos, me reinicie y pienso en blanco. La amistad era un pasado de días en flujo, la notoriedad de nada, el sabor de los pedazos de eso, de nada. Azules los días, efectivos los dolores de antes, las palabras de esos seres, macabro el final de la película.