domingo, agosto 30, 2009

¡Presente ! ¡Presente ! ¡Presente !


De antemano, la seguridad de un día a la vez significaría la cercanía a la extinción. La civilización no sería posible sin la capacidad de pensar en el futuro cercano, lejano, más luego, casi por aquí pero más adelante. Lo instantáneo no es posible sin tener una relativa sensación de futuro, de inicio de una serie salvadora, totalidad aplazada o efemérides fundamentalistas (Colombia 5 Argentina 0, cumpleaños inapelables o el día que me quieras). Poblar el presente representa (acción a posteriori) la muerte de la especie o de uno de sus individuos distraídos. “Se me pasó...”; “lo olvidé por completo”; “no me di cuenta”; “todo pasó tan rápido”. Como una galleta de la fortuna, les digo: “vive siempre en el presente y alguien estará a tu lado recordándote lo inhumano que eres”.

Para acabar con la humanidad pinche aquí

Etiquetas:

domingo, agosto 23, 2009

Las camisetas de Sheldon




De todas las formas de identificarnos, la que más ha calado en el invento sicológico del siglo XX (los adolescentes), ha sido la camiseta con leyenda. En los años cincuenta valía una camiseta blanca como prenda (la rebeldía era barata y no implicaba grandes marcas). Poco después las cosas cambiaron y nos dejaron la camiseta con un aviso de “88”, de bandas roqueras, causas perdidas (salvemos las ballenas, salvemos a los árboles, las focas, etc.), una que otra actividad espontánea y demás causas que implicaran un juicio sin abrir la boca. Como la frivolidad es una posición sensata en los últimos tiempos, me complace encontrar las camisetas de una de mis series favoritas: Big Bang Theory. Di algo, ponte una camiseta. Para más camisetas pinche aquí

Etiquetas:

lunes, agosto 17, 2009

En un día como hoy, el seis de octubre de 1974...


Realizando recorridos por la ciudad y escuchando historias de otras épocas, supe de un hecho propio de la más alta intromisión por parte de los ciudadanos post- jipis o en trace a ser adultos y padres de algunos de nosotros. Fue el traslado de un edificio. Ellos no quisieron mandar a todas las luz marinas del edificio a guardar sus corotos, maquillajes, zapatos plataforma, en cajas de jabón Paramí o en cajas del Idema; ellas con hermosas minifaldas, haciendo mala cara (estilo la rubia del video de Hey Jude), pensando en los bailes ye –yés y yo- yós y en cómo librarse del pesado humo de la oficina; hablaron todo el día del “trasteo”, pero de la oficina completa. Ellas no entendían de eso (el Discovery era sólo un proyecto de la Nasa, sí esa empresa del Mayor Nelson que se acostaba con la flaca del tarro, ah, los mismos de lo de la luna), todos esperaban estrenar edifico, vista a los cerros y hasta de esos teléfonos con teclas. No, no pasó así. Dejaron a todos sorprendidos cuando anunciaron el traslado de edificio. Ella dejó de mostrarme sus dotes de libertaria sexual por esa tarde y me cambió la conversación por la forma cómo se movería su escritorio sin moverse, cómo los papales pendientes y la Olivetti estarían 50 metros más la derecha de la ubicación antigua del mueble. Eso pasó a unas tres cuadras de este teclado, quién se lo hubiera podido imaginar...

Etiquetas:

martes, agosto 11, 2009

La ciudad de antes, de ahora, la que pensé...






A veces dejamos de mirar hacia adentro, hacia los monumentos de la mente. Esas piedras que acumulamos, los pocos vectores que somos capaces de proyectar se caen en lo cotidiano. Como las cajas de leche de mi cuidad, de cualquier lugar, sólo sirven para no mojarnos y tener familias. Los espacios de la ciudad son otros, nunca la casa, nunca la mente, sólo las prácticas: ir a trabajar, almorzar, regresar a trabajar, dormir, etc. Esa es la pobre ciudad de la mente. Si asomamos la cabeza encontramos otras cosas: ¿Movilidad?, ¿esa es la polis de la mente? La ciudad ya no es el camino, es la realidad que se esconde, en el simulacro de los horarios. No quiero mundos jipis, nada de calles, ni ciudades letradas, sólo un palacio mental donde meter la cabeza cuando pienso en mi ciudad. Piranesi

Etiquetas:

lunes, agosto 10, 2009

Instalando con Bruce Nauman




Etiquetas:

martes, agosto 04, 2009

Lo bueno de no saber nadar




Simplemente es sentarse a mirar pasar, nadar, dejar que el tiempo se escurra en el día. La propiedad del agua estancada es la reflexión. Sobre sí mismo, sobre la mujer que nada o el hombre que se exhibe (a la mujer no le hace falta el artificio); al reposar la mirada se reflejan las alternativas. El pozo donde se recurre con una copa en la mano para denotar sutileza, estilo. Vacaciones, verano, lluvia de sapos (Magnolia), espectáculo de piel y desnudez. La limpieza aparente de la vida. Tú nadando.

Algunas alternativas que evocan las piscinas: los feriados, los sábados; nada más ajeno al mundo que una piscina de lunes, de invierno. En mi ciudad no son comunes, en mi imaginario se desprenden del azul para clavarse en la mirada de los participes. El placer de mirar bañistas.

Etiquetas: