No vi nada extraño..
Después de un
tiempo la extrañeza se deshace, se resbala y vuelve al mundo, de donde se ha
hecho ajena. Mientras se reafirma en su
naturaleza no es posible distinguir su forma en transición. De esas vainas
fronterizas está hecha la vida diaria, esa sensación de hacer lo mismo todos
los días o de pensar que hay una rutina.
Ese instante que se constituye en época, revolución o moda, es solo la
muestra de la celebración del mundo, del regreso a lo mundano, es el regreso al
ciclo, al que se renunció para ser otra cosa.