Harry Potter y el cinema adolescente

Cómo cualquier aficionado, a la saga del cara de yo no fui, asistí al estreno de su última película. Esperaba dormirme o echar maldiciones (no conjuros) durante casi las tres horas que dura la cinta. Pero no, me he defraudo y he encontrado una buena película con buen argumento y cuidadosos efectos especiales. Recapacito y pienso: cuántas cosas he desparecido por simple descarte. Démosle la oportunidad a las cosas simples y a lo que gusta a todo el mundo. ¿Acaso no lo hicimos durante nuestra adolescencia permanentemente?

La primera vez que recuerdo ver a Johnny Deep, no sabía quien era él y menos que podría estar entre los “buenos” actores, no “caspas”, y que admitiría verlo como símbolo masculino; bueno, esa primera vez él tensaba un condón y le pegada a un perro. En el colegio, el trofeo no era haber visto al talentoso Deep, estrella que tendría buenas apariciones, no el trofeo era poder haber visto Club Privado (Private Resort) y cuanta película estúpidamente divertida. Extraño poder decir que las películas estúpidas me divierten. Porky’s era de las favoritas por lo picante, no era la tetona de Fellini, ni la
antierótica Salo. En esa época Fellini podría ser sino un gato italiano. No tengo por qué explicar el gusto por Porky’s.

Los N.K.O.T.B. eran sólo eso. Un grupo para niñas, que escuchábamos (no me miento). Volviendo a las películas. Era mejor cuando las posibilidades se limitaban a dos: “no la vi” o “si la vi y ya”, el juicio no valía. Como describir a una mujer, o preguntar el por qué de una mujer hermosa al lado de otra que, seguramente, verá solo buenas películas. En definitiva, quisiera poder ver todas las películas nuevas en Cinema adolescente donde no importa la película. En serio, no importa la película, solamente poder contarla y ya....

A propósito, vi Harry Potter: Es el niño con cara de yo no fui que.....