LLEGAMOS AL FUTURO, otra vez...

Nada más miope en la vida que los pensamientos sobre el futuro. Cada recreación es una desviación, obsesión, desbarajuste mental o tropiezo fílico (no existe, pero pude escribir la palabra). Cuando superamos el siglo XX, no lo podíamos creer: ¡Estamos en el XXI!, todo brilla, la ropa galáctica, los muebles dorados, los autos voladores. El futuro es lo más bizarro, en cuanto a las posibilidades del tiempo. Ni siquiera nos podemos imaginar la ropa que usaremos mañana, ni cómo terminaré este párrafo. Cierta tarde, recordamos las falacias que alimentaron nuestros sueños, deseos y ropas del futuro. El diseño sobre el futuro volvió a fracasar.

¡No se callen!

La mayor parte de las ideas se desperdician; muy pocas logran ser cosas, escritura, cosa contada, promesa absurda, chisme, delación o predicción. El resto son señales emitidas al espacio exterior, respuestas a preguntas no hechas. El cúmulo de “cosas no dichas” llenaría otros mundos o haría infelices a otros tantos. La invasión se pretende desde el colegio, y fracasa ante el rostro de un jefe o son censadas por censuras, antes de ser sometidas al escarnio público. El silencio produce otro tanto de desechos, que reciclados suenan a refrito o a orate sin oficio. Algunos deseamos seguir emitiendo señales a la nada.

Dejemos a un lado la posibilidad de pensar todo el tiempo. ¿Dónde cabría la opinión de todo el mundo? En ese mismo lugar a donde van a dar los pensamientos desechados, las enmiendas de mis escritos, las frases no dichas o las películas que nadie ve. El problema no es la censura, ella también emite señales a la nada. Las palabras no pesan por estos días, el basurero se desborda y nos invaden las opiniones, las recomendaciones, advertencias, dictámenes; no recomiendo, no emito, dejémoslo así un rato.

Las décadas de la nostalgia

La luna que vemos no es la misma que vieron los otros; esos que fueron capaces de trepar a un humano en un bolígrafo directo a la luna. Ahora que celebramos (?) la presencia del hombre en el universo, debemos recordar que somos otros. Lo malo de la nostalgia es que ahora tienen video. Se cumplen los años y todo es retro. La posibilidad de una novedad está a años luz. Celebremos, que el único pensamiento posible por estos días es la nostalgia. Cuando éramos jóvenes, cuando pisamos la luna, cuando escribía para este blog. El pasado ha tomado posesión, el preterizaje ha sucedido. Con nostalgia recuerdo la época cuando era novedoso el mundo (los ochentas). Recordemos a todos, a los que se mueren, a los que treparon a la luna, ellos que eran novedosos. La última novedad sucedió con el cinema, el resto es historia. Para avanzar un poco mire acá ...

Un tema de moda

Exposición fotográfica: "Los trabajos y los días "

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A dormir...

Detenidas en el borde se dejan las actividades del día, los odios se ponen a remojar por unos instantes, la capacidad de descifrar el futuro se hace poco útil. El duermevela nos hace los seres más desamparados de este lado del universo. A todos nos pueden atacar mientras dormimos y doblegar nuestras reacciones. Hoy me duermo, pero hay quienes velan toda su vida. Azorados por el destino piensan en no dar oportunidad a nadie. La actitud del que recién se quiere dormir es la perfecta para pensar y solucionar una que otra cosa. Por estos días de calor, lo mejor es dormir. Hasta mañana.

La pintura es de otro Pre- rafaelita Frederick Leighton