LLEGAMOS AL FUTURO, otra vez...

Nada más miope en la vida que los pensamientos sobre el futuro. Cada recreación es una desviación, obsesión, desbarajuste mental o tropiezo fílico (no existe, pero pude escribir la palabra). Cuando superamos el siglo XX, no lo podíamos creer: ¡Estamos en el XXI!, todo brilla, la ropa galáctica, los muebles dorados, los autos voladores. El futuro es lo más bizarro, en cuanto a las posibilidades del tiempo. Ni siquiera nos podemos imaginar la ropa que usaremos mañana, ni cómo terminaré este párrafo. Cierta tarde, recordamos las falacias que alimentaron nuestros sueños, deseos y ropas del futuro. El diseño sobre el futuro volvió a fracasar.