lunes, junio 08, 2009

Lewis Hine






Aunque la mirada de Lewis Hine nos obliga a reorganizar el concepto de trabajo infantil, es necesario reflexionar sobre la niñez. Sobre la protección necesaria que los obliga a ser un poco irresponsables de sus actos. Cuando los límites se establecen se ve oprimido el adulto, no sabemos si crecemos con la cédula o con la capacidad de hacer daño o perjudicar a los que siguen siendo niños (me opongo a utilizar “niños y niñas", somos humanos, somos personas, gente, la igualdad comienza en saber con qué contamos, el género no es sólo una cuestión gramatical que se ha quedado corta para incluir a artículos para todos los géneros ¿Por qué los estados de la materia si cambian y los géneros gramaticales no?). El adulto es indeterminado, es un ente que seguirá siéndolo un tiempo hasta convertirse en adulto mayor, en pensionado (extraña palabra en un futuro cercano). El resto ¿Qué es? ¿Adulto contemporáneo? ¿Demente local? Se delimita tanto que la juventud pasa muy rápido, por más que nos sintamos jóvenes.

Creo que las leyes de protección son válidas para el adolescente promedio, los del extremo están en otro lado. Callados, temerosos y altamente ignorados (pero protegidos), ellos, los demás algún día se preguntarán: ¿Si ya soy adulto qué debo hacer? ¿Sólo se trabaja o estudia? ¿Casa, carro, beca? ¿Si me he burlado de todos los adultos por qué tengo que ser uno de ellos?

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