Como si viviera en una época remota, me dedico
a cuidar lo esencial, lo precario, lo efímero. Si se pudiese dibujar tendría un
paisaje soso, sin muchos recursos porque tengo poca imaginación. Pero pondría
una casa en un lugar frío, donde fuese posible ver a la distancia, tendría colores vivos pero
desgastados, tendría una vida completa
adentro, con muchas historias, con tiempo reservado a punta de días y horas.
Las conservas no podrían faltar, pero las abriría por desgaste, por desvirtuar su terquedad ante el paso del tiempo. Las esculturas que
compraría serían aquellas que representen las cosas en su detenimiento,
acciones a medias, sin tiempo, como si
se hubiese acabado el mundo. Así
serían las pinturas. Más como lo inestable se esfuma, siempre vuelvo a empezar,
casi como si comenzara en el mundo.
"Candiles de aceite habrá que encender, / pintores holandeses mis manos mancharán"
Mientras
vuelves al auto con cara de pocos amigos, sé que he entrado en la intemporalidad.
Así pasen años, décadas, espíritus y tormentas, ya elegí. A veces me vuelve esa
imagen, regresas con cualquier rostro, traes mil historias y me sorprendo encontrándote en
todos lados. Otras veces pasas la vida, haces cosas y eres.