La lengua popular...
Dada la cantidad de agua que ha pasado bajo el río me reafirmo en varias cosas: en la soledad como estado de tránsito, en lo precario de las tardes sin atardecer. En la inviabilidad de cambiar a las personas a través de los sabios consejos. Me uno a las voces de los perdedores y el ruego de los victoriosos. El mejor reconocimiento de otros días, son los recuerdos no-materiales y la capacidad de tener un presente. Por lo tanto y por lo poco. Por los que no me entienden (yo tampoco), saludo un nuevo album de Calamaro...
Aquí para escuchar algo...
Etiquetas: brindo por Calamaro...
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