La vida es una residencia...

Siempre tenemos la posibilidad de decir: “NO señor!!! Así no se hacen las cosas”. También, tenemos deseos de atacar como perro de cuadra cuando creemos que hay una injusticia. Sin embargo, la peor sensación que podemos sufrir los hombres y las mujeres, es que no podamos actuar, enfrentar o ayudar a un ser humano. La raza llama cuando la tristeza de la inacción ataca. No puedo hacer nada, ya es imposible que me escuche, ese tipo(a) tiene el poder y no puedo hacer nada. Es un sentimiento que lo pone a uno bajo tierra. Se aprende desde pequeño(a) (en esta época tiene una razón: nuestra formación), cuando grandes lo practicamos durante toda la vida. Ser inactivo es una decisión personal, cuando la toman otros por mí, es un ultraje.

Siempre hay un Gran Hermano que toma las decisiones. De un tiempo para acá importa más el bienestar de una institución que la persona que labora allí (la institución como ente que es necesario cuidar, que sobreviva, que siga tomando decisiones). También es un torrente que empuja a infinitos abismos… Ten cuidado, que la tristeza no te acongoje, es tonto verse triste en la calle o en el trabajo. Como la vida si no está llena de trivialidades es una desconsideración con nosotros mismos recomiendo esta canción…

La obra es de Miguel Saavedra (Artista peruano)