jueves, noviembre 22, 2007

marcador temporal del tiempo parcial con humanos

Cada comienzo de año, estas palabras son claves: Vecino, ¿este año va a regalar almanaques? Esos que son tan bonitos, el de los paisajes, sí vecino, el de los gaticos era bonito, pero era más tierno el de los payasos llorones. Vecino mande timbrar unos poquitos para la clientela.

Esos compañeros de años con hermosas fumadoras como las modelos de Pielroja son comunes. El almanaque Bristol, es lugar común para todos y las demás cábalas no son otra cosa que el deseo incontenible de atrapar el tiempo. Un reloj no funciona así, porque él señala ya todas las horas del mundo, venideras y pasadas, siempre habrá cinco para las cinco.

No importa si no hemos conseguido un almanaque de taller con las bastantonas y sobretodo tetonas modelos (¿carencia de pobres, complejo? Entre más tetona mejor, muchas no son tantas). En cambio el adorado o odiado almanaque que vernos todo el año (no será reciclable), no se repite marca un día que está pasando pasará o fue. Vivan los almanaques y sobretodo los de las tiendas. Así nunca llamemos o sepamos que seremos clientes eternamente. Exijo que sigan regalando un marcador temporal del tiempo parcial, es un bonito regalo para finalizar el año o comenzarlo.

Temas comunes de los almanaques: Carros, viejas en bola, frases de Desiderata, salmos, más viejas, motos, bebés, “gatitos”, “perritos”, atardeceres tipo credencial con una pareja heterosexual vestidas de blanco y tomadas de la mano caminando por la playa, aquí en mi casa hay uno de una vaca, santoral completo con las fases de la luna (función tan extraña como la tecla M+ y M- de las calculadoras antiguas, si usted no es matemático), promoción de la empresa donde trabaja su papá, usted o yo!!! Niños tomados de la mano y vestidos de grande bajo la lluvia, Pato mojado y los demás que usted proponga. Por lo pronto algo diferente

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