lunes, diciembre 15, 2008

El libre pataleo...






Ante las circunstancias, lo único que nos queda es el pataleo. En el caso del bombardeo de zapatos, lo único que nos queda es el zapateo. Al escuchar una orden, al tener que cumplir cualquier imperativo legal, exigencia de cualquier tipo o ante el inevitable silencio de la frustración, lo que nos queda es rebelarnos de forma soterrada, sin límites, sin pena. Los comediantes, payasos mediocres o mimos insoportables ya tienen la fórmula, que no da respeto, ni nada parecido. Es el simple y llano pataleo. Ante la intransigencia, deshonestidad, impunidad o simplemente ante lo insoportable, hágase el idiota. Evite al emisor de los mensajes, ese que no admite reclamos, réplicas o una opinión divergente. Propongo la evasión del receptor ignorado. Bótele un zapato, hágase el ausente, entorpezca su paso, déjelo en sus verdades, no lo saque de su paraíso.