jueves, junio 22, 2006

Peter Cech y Nedved no pueden contra todos...


Ante posibles desastres lo mejor es buscar la cobija más querida de su cama y taparse hasta la cabeza. Cuando el problema se nos sale de las manos busquemos salidas decorosas. En esta época no es necesario que usted enfrente Atridas o chapusee en siete mares, lo único es hacer rostro de yo no fuí , fingir un poco y dejar que la expansión del Cosmos haga lo suyo. Por estos días apaludimos las hazañas a pequeña escala. No hace falta encontrar héroes de verdad, solo haga lo suyo y piense que alguien o algo arreglará lo que deje a medias.
Aunque es una buena receta de vida, la anterior fórmula solo aplica en casos de extremo cinismo y en altas dosis enamora a todas las mujeres a su alrededor. Hace falta una pizca de mundanidad. No llamemos la atención y seremos capaces de hacer algo bueno. Ya parezco pastor terrorista o algo parecido (¿director técnico?). Las distancias entre nuestros pensamientos y la realidad ameritan una medida de hecho: imagine la mujer más hermosa que pueda, póngala a vivir con usted y al final, busque los motivos por qué no sirve. Listo, ahora descubrimos que la misma mujer se nos repite y es la no conseguida. Bueno si llegó hasta acá, ya sabe que las vacaciones tienen un tedio extraño, hermoso, único y que me ponen a pensar. Pero, esto no importa: ¡Hay fútbol! Las mujeres hermosas pueden esperar:
Hasta ahora la fiesta es total. Pasaron los que debían, los que faltan por clasificar no importan, Francia no tiene con que ganarle a nadie, ojalá pase y me calle la boca. Los únicos que hacen falta en esta segunda ronda son: República Checa (me quito el sombrero delante de ella) y Costa de Marfil (su grupo era como enfrentar un cachorro contra dos hienas hambrientas). Ya es buen terreno, con buenos encuentros y motivos para serguir sedentario, filósofico, desaforado, idiota y buen televidente.
¿En qué iba de mi condición cósmica?...