sábado, mayo 27, 2006

La foto es de Bahía Solano (Chocó), cerca a Punta Ardita.


A pocos días del mundial todo tiene el ritmo de la víspera de una fiesta. Santa Fé está en vaciones, los estudiantes piden a gritos los últimos días de clase. Los veraneantes trantan de hacer maletas. Me molestan los miércoles y he encontrado una novela que por sencilla me parece alucinante: Son de mar. Vicent nació en la cuidad de mi equipo blanco, negro y naranja (Valencia). Ahora, una novela que se ha vendido más que el album de Panini me sorprende. Es de una riqueza evocadora única. Yo llegó a Bosa leyendo sobre el mar, sobre el Meditérraneo, sobre naufragos y sobre escuelas a la orilla del mar. Cuando aterrizo en el colegio, continuo con una cara de hueva impresionante y todos creen que estoy de gran humor por la rutina, el cansancio y las reuniones hasta las seis. El mar atrapa, así sea en novela. ¿Quién verá en este momento la playa de Punta Ardita? Recuerdo una aventura que quería terminar como Laguna Azul, nunca fue así. Hoy estoy todavía en la playa y no quiero terminar mis vacaciones a bordo del libro, la novela vale la pena. Ya estoy bronceado en la mente, ojalá no me rostice el cerebro.

Encontré que ya tiene película, dejémoslo de este tamaño y no quiero distracciones.