miércoles, abril 26, 2006

Yo tambièn te quería Chamo...

Algunas veces perdemos la capacidad de controlarnos. Dejamos que simplemente fluya nuestro devenir. Si el estado de ánimo es alto, no sentimos ninguna traba para expresarnos. Igual,cuando estamos que exterminamos medio planeta. Así funcionan las cosas. En un estado de indiferencia solo salta la mezquina educación, la vanidad y otras amigas. Igual sólo nos entendemos en estos estados. Lamentable que en uno de estos estados nos gobierne un señor como Uribe y que exista otro como Chavez. El Estado petrólero es una prisión donde un general mesiánico me recuerda el Bestiario Tropical de Alfredo Iriarte. Al otro lado del Táchira un tipo cree que Venezuela sólo vende Polar y Cocosette, y que se debe asesinar a su cabeza visible: Chavez. No podemos llorar sobre el petróleo derramado. Uribe no hará cambiar de opinión a su colega. Pensemos que terminaremos tan gordos como un nortemaricano promedio y hablando boricua (si tenemos suerte) o en el total abandono, en guerra civil total y sin Cocossete, sin arroz, sin gasolina, sin polar, sin mujeres con la uñas pintadas, sin Coquibacoa y sin novelas. Mienstras perdemos la poca solidaridad con el vecino. Eso es como conseguir amigo rico que nos explota y despreciar el que nos prestó para el bus generalmente.