sábado, julio 28, 2007

Mi tercer deseo es...


La inoperancia de nuestros deseos es la cualidad del destino. Siempre tenemos la capacidad de solicitar cualquier cosa, cada vez solicitamos algo y un duende maligno o solamante sombreron nos agota las posibilidades de éxito. Hablo de las sorpresas de verdad.
La vida se agota entre las posibilidades pactadas por el destino y la vida. Cada día lo sabemos, siempre recordamos que tenemos deseos de algo y se cumple en forma "mutante", nada es perfecto. la vaina es desear y hasta se le cumple después de los fallidos. Hoy por hoy, desear significa otra cosa.

La imagen es tomada de Rafa Fonteriz