domingo, diciembre 16, 2007

Sin sentido....

Cierto día, por demás caluroso, decidí bañarme al aire libre. Así que tomé una maleta, empaqué lo poco que poseía y escapé de casa para siempre. Los días pasaron como las hojas de los calendarios y duraron cada uno, lo que dura la hoja de cada día en el calendario. Al atravesar la puerta una mujer me observó unos segundos y luego entró en mi antigua casa, subió hasta mi cuarto, abrió la puerta del armario y se escondió dos días. Mi mamá me lo contó años después. Con la maleta recorrí el mundo, le di varias vueltas antes de decidir comenzar a viajar. Salté charcos y crucé puertas. Hice mi vida un domingo por la mañana y la desbaraté por la tarde. Tengo una maleta y ganas de volver a casa. Así que no me voy de casa…

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