miércoles, abril 28, 2010

San Francisco 1958 from Jeff Altman on Vimeo.

A veces cedemos un poco. Dejamos un espacio en nuestra silla, un vacío en nuestro pensamiento, a veces nos distraemos. Por ahí pasan cosas, personas, hechos y otras vainas que no podemos inventariar por ser de naturaleza desconocida. En ese raudal, que pasa silencioso por nuestra conciencia, se conjuga lo raro que nos acompaña con lo comprensible de los demás. Generalmente, el umbral se abre, deja pasar ideas o eso que llamamos otras realidades. De esas cosas ignotas no soy responsable, pero ellas nos dan la satisfacción de perder el tiempo, que es lo único que nos pertenece y nos dan en cuotas iguales a todos.

Etiquetas: