domingo, octubre 28, 2012

Elonga- acción.




De eternos bucles está hecha la vida, que descienden por escaleras de caracol. Tensamos el tiempo para evitar que se sobrepongan los pesares o se queden en las capas interiores. También arrumamos mundos enteros para desentendernos de ellos, de  esos  que fueron. De esas conductas, de esas ausencias o de esas  cosas que simplemente se dejan de lado, de ellas escapan poderosos momentos calcados. La infinita repetición, la honrosa vuelta al mundo, la noche y el día.  Sin embargo, la ilusión no tiene memoria, se alimenta del olvido y de otras hierbas con sabores agrios o con dulces imposibles; por eso no es posible estirar el mundo sin dejar de atenerse a  disparar la multitud, esa que vive en el bucle o que inoportunamente se ha sentado en las escaleras. 

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