Me suena a...
Siendo justos, dejando de lado las máscaras que no se pueden quitar, esquivando
todas las coincidencias que permiten el bricolaje del destino. Quitando todo
eso, solamente así, podremos ver las
cosas al desnudo, sin la sensiblera idea de impresionarte, de saberte. Sin este ropaje las cosas se ven igual a lo
que parecen y las expectativas se cumplirán. Sin embargo, eso no es posible. Las
cosas tienen puesto un ropaje casi infinito de días, de costras, de ideas, de
mundo. Otros dirán que será la experiencia, los laberintos del tiempo. Por ahora, no hago sino disfrutar de esta
condición, hay días en que muerdo, perforo, exploro todas esas capas. Sin embargo, no podemos ver donde acaba la
capa o empieza el objeto, de eso estamos hechos; no es posible discernir las
posibles aristas, por eso el mundo y sus cosas son redondas, para evitar que se
puedan desenredar y dejar al descubierto una cosa simplona y vergonzosa, que no
es otra cosa que lo real.
Etiquetas: Civilización, copia
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home