domingo, octubre 20, 2013

Casi real...



Cuando aseguramos algo con la terquedad de un viejo, cuando ansiamos algo con el deseo de un adicto, o cuando simplemente somos sugerentes como una pequeña apuesta, que funciona con el tiempo y explota de repente. Cuando esas cosas pasan no hacemos más que rediseñar la sensación que llamamos realidad. Se construye un soporte momentáneo cada vez que intuimos algo de lo real. Sin embargo, las formas no cesan y a veces se tornan intentos vanos por hacer perdurable lo que no existe. Buscamos algo que dure más que su enunciación.  

Etiquetas: