miércoles, mayo 02, 2007

O qué séra , qué séra...


Para un buen entendedor...


Nunca le venden a uno amor sin espinas (como dice Sabina); sin embargo, mis espinas están en otro ramo, en otro lugar, en la floristería del frente, en otro lado o en mi mente. Me aqueja una tristeza digestiva, que se prolonga por un rato largo y en las noches se disipa. Una meláncolia de madrugada tiñe mis levantadas y trasnochadas. No importa, mi mundo gira de forma extraordinaria y ya superé el Renacimiento de mis días... tengo una sensación de inacabado, de disco de cuatro canciones, de elevador (U2) desocupado. Me duele un pedazo de estómago y una porción de oreja, también un codo los domingos y nada cuando estoy con vos.


Hoy tengo dolor de ánimo y parálisis facial ante el mundo. Ójala, por mi bien, esto sólo sea por un rato.

Etiquetas: