domingo, febrero 18, 2007

Crítica a la razón única


Los peores mentirosos son los que se creen sus mentiras. No es algo patológico, tampoco falta de inteligencia, es un estado de no-ficción. Es decir, cuando nosotros leemos una novela o vemos una película sabemos que nos mienten, nos ponemos de acuerdo con el mentiroso y compartimos sus mentiras en historias buenas o muchas predecibles o aburridas. El acuerdo es común y no hay problema. Cuando llegamos con una mentira, que quiere ser tomada como verdad, seguimos en el campo de la ficción; sin embargo, cuando tenemos que mentir y creer que es verdad, ahí está el estado de no-ficción. Yo te miento amor, me descubres y se pierde la ficción de nuestro amor. Pero, la situcaión amorosa no tiene problemas graves, eso afecta a uno, a dos, máximo a tres, por mucho a cuatro; pero, si miento sobre un país miento en las grandes ligas.


En Colombia, tenemos buenos mentirosos. Tenemos grandes mentirosos y tenemos a los de la no-ficción. Todos los que creemos que esto va a cambiar somos optimistas de una laya única. Tenemos untadas las orejas de paramilitares como las teníamos untadas de mariguana y de coca.

Por ahora, no he podido descubrir los mentirosos de "los buenos" en mi cotidiano, pero Uribe y Santos la sacan del estadio. Sin más palabras les invito a ser mentirosos de ficción, no de la otra mierda que está hecha el universo.