martes, enero 22, 2008

Los motivos de la noche I

El olfato del perro olió los residuos de orina, cerveza y un poco de pólvora que conservaba Ernesto de la noche anterior. Si los perros sospecharan, su mirada le reclamaría una explicación a su amo. Como esto no sucede simplemente se sienta a su lado y espera que le sea acariciada la cabeza, como todos los días, como siempre, como un amo debe hacerlo. Como no somos perros, ni tampoco queremos tragar entero esta historia es la reconstrucción de la noche anterior. Las razones de la desesperación del dueño del perro, fueron motivo para asesinar y para empezar a buscar culpables de su desgracia. Aquí no hay infidelidades, tampoco venganzas, sólo coincidencias de todo tipo.

Puede que sea como del “Crepúsculo al amanecer” o como las “Mil y una noches”.
Continuará…

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