sábado, septiembre 13, 2008

Cuarenta años y cuatro meses después







Una de las cosas más difíciles para los humanos es quejarse. Es cierto que todos chillamos; sin embargo, es muy complicado saber hacerlo. No todos queremos llamar la atención cuando nos enfurecemos. La protesta es un camino. Encontramos soluciones y creemos estar en paz, con un documento bajo el brazo y una sonrisa bienpuesta. Aunque ya sean abuelos los de Mayo del 68, La huella queda. Todos buscamos la libertad de poder decidir, de ponernos las ropas que queramos, de portarnos como se nos plazca.

Sin embargo, pasamos de la Protesta masiva a la Soledad en masa. Ya ni siquiera nos reprimen, ya no existimos. Qué importa tener ideas de avanzada si nadie quiere oírlas. Qué importa tu vida, no es importante, no sales en televisión. Las luchas ecológicas, las luchas obreras, las luchas sexuales, las luchas feministas, las luchas de inmigrantes, la contracultura, el rock, la lucha por el empleo (París, 2006). Las oportunidades para las mujeres y para los desplazados culturales, no son cosa del pasado. Pero, no tenemos tiempo, debo estar ocupado desarrollando algo (lo que sea). Un buen recuerdo… lástima que a veces me sienta tan viejo, que las ideas de Mayo del 68 todavía me conmuevan.

Para Leer:

Escenas de Mayo del ’68 en el París precarizado de ’06

Los que pidieron lo imposible



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2 Comments:

At 4:30 a.m., Anonymous Anónimo said...

Las fotos que has puesto son acojonantes.

Muy buen blog, enhorabuena.

Saludos.

 
At 1:00 p.m., Blogger JAVICOR said...

Que buena seleccion de imágenes , y la entrada tiene una buena dosis de nostalgia profunda, 40 años y cuatro meses depués. A pesar de que algunos de sus protagonistas han pedido olvidarlo, como Daniel el Rojo.
Gracias por su espacio, Saludos.

 

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