sábado, noviembre 20, 2010

Con los años me sobra piel...


A veces la memoria nos da sorpresas. Nos trae, casi como una lotería, algunas formas, olores, sensaciones, sonidos, visiones o sueños. Da vértigo la secuencia aleatoria, es como asomarse por una escalera y ver, no el fondo sino los cambios en el cuerpo, donde reside el vértigo. El mareo, las nauseas, el escalofrío momentáneo son respuestas genuinas al recuerdo, el resto son conjeturas. De antemano nos ofrecemos a pasear un pedazo de piel por algún tiempo, lo exponemos al presente y lo ponemos a reaccionar sobre un pasado construido por un cerebro caprichoso que no piensa en trajes, haciendo que la pinta del rey tenga una talla menos o esté esperando un dobladillo casi imposible.

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