Aparentemente
La inoperancia de las apariencias hace que en
algunos momentos veamos las cosas en su primera iniciativa. Esas veces suceden
en fracciones de hechos ininteligibles, no resistimos el mundo sin cáscara. A
veces tenemos primeras impresiones que se extienden por todo el fenómeno, ellas
prevalecen como una capa de pintura,
como la primera de las formas que asume el mundo. No necesariamente tenemos que
entender lo que nos pasa, el universo no se hizo con esas premisas. Sin esta
envoltura, la voluntad de las cosas se manifiesta y no tiene que aparentar ser
conjunto, pareja o desmenuzarse en fracciones que encajan perfectamente.
Fragmentada, sin apariencia o sinónimo, la experiencia es un simple suceso de
esos que están inscritos en lo ya hecho. Sin embargo, a veces tenemos dudas
sobre lo que muestra la apariencia y preferimos dejarla ser y tiende a ser algo
nuevo, anulando el truco del comienzo.
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