Me moría
La memoria
existe para ser alarma, para ser mentira y para lograr evitar la sensación de
presente. Esta última es una de las mayores cualidades-defectos de lo humano.
El presente contamina nuestros pensamientos, los amolda a las sensaciones, a
las expectativas como especie. Sin embargo, la memoria se activa inmediatamente,
se levanta cada ahora para advertirnos, reconocernos y hacernos humanos.
Cada acto
configura acciones pasadas, precuelas que se activan al paso del presente. Así
tenemos la oportunidad de imaginar, justificar o denostar lo que no tiene forma
de defenderse, validarse u ofenderse. Por
eso la memoria es necesaria e inestable fuerza contra el contundente, sensual y
prepotente presente.
Etiquetas: Civilización
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