viernes, octubre 20, 2006

Las enfermedades de la profesión...


Yo soy profesor, a mi me duele el estómago, tengo úlcera, el tiempo no me alcanza y cuando tengo un tiempo lo dedico a estar como un ente. Ente, entonces, ¿entendemos? Ahora me duele más que la espalda. Hay iniciativas para todos, la educación cambia, toda la mejor educación a un mejor precio. Hoy tenemos mañana no sabemos...
Lo único que le dejo a mis hijos es la educación, yo soy profesor y lo único que le dejo a a mis hijos es que no sean educadores. El sacrificio es tan desagradecido que estarán insatisfechos por mucho tiempo. Me gusta enseñar, me gusta ver avances en mis estudiantes, me gusta ser ente e ignorante algunos días. No me gusta hablar siempre. Me gustan los domingos de fútbol.
Me gustan las profesoras y me gustan las estudiantes, también creo en la literatura. Me duele la panza, me dan oxiuros los niños pequeños y todos huelen a naranja en los descansos. No me gustan los libros de autoayuda, pero tengo que decir una cosa: cuando el dinero está para la educación, nos olvidamos de la calidad y buscamos solo ser económicos.
Un libro es muy caro, sí, para los demás, es caro cuando pienso otra cosa diferente que usted. Hasta hoy soy profesor, también mañana y no soy un ejemplo de virtudes, el ejemplo no enseña, enseño yo, enseña usted y enseña ella, la experiencia. Cuidado con sus profesores, cuando se creen perfectos. Odio las instituciones educativas, me odio, cuando soy profesor, menos los días del maestro. Me estoy quedando calvo, me gusta verme maduro y entender algo de literatura. Me gustan los domingos de fútbol y los helados de vainilla.

2 Comments:

At 3:33 p.m., Blogger Fre4d said...

¡SENCILLAMENTE ME ENCANTA ESTA ENTRADA, ESTÁ DEL PUTAS 'ARICA!!!

 
At 9:48 a.m., Blogger NELSON PABÓN said...

Excelente...

 

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