viernes, septiembre 15, 2006

Desde mi Republiketa...


Por estos días, por esos días, por eso quiero escribir. Una novela sobre nosotros La fiesta del Chivo, sobre nuestra cultura del poder. Quiero hablar sobre el poder, sobre el poder que tengo sobre usted, por ahora si está leyendo, tengo poder, no dictadura.

Dictadores los jefes, que dictan a las secretarias, a las amantes, a las amigas (que fueron secretarias, amantes, esposas, desempleadas, divorciadas). Dictadores como Pinochet, como Chauchescu, como Videla, como Fidel, como Trujillo, como Leonidas Trujillo, como "El hombre que nunca suda", como su excelentísimo, como el Gran Benefactor, como el Chivo, como fue él, único, como lo muestra Vargas Llosa: un semental, un incontinente, un ser vengativo, un personaje que en la ficción sigue siendo increíble, literalmente increíble.

Más actual no podría ser. Para dónde vamos, quién es Chavez y quién es nuestro trabajador incansable y madrugador, nuestro Trujillo. Sigo con el poder amigo o amiga, o ambos. Todos tenemos poder, para hacer nuestro feudo, finca, país, familia, círculo de amigos, nuestras relaciones. Dictadura esotérica: cuándo es usted un dictador con quien recibe sus afectos, terrorista con sus amenazas y asistencialista con sus conocidos. Por ahora, solo lo puedo someter a usted a unas líneas más...

La novela en lo temático es reveladora de la humanidad tropical a la que pertenencemos y la forma de usar el poder. La recomiendo, por ahora, cuando todavía tengo poder y cuando no he sido derrocado por su autoridad (la suya lector o lectora), porque siempre tuvo la oportunidad de dejarme hablando solo y no lo hizo. Saludos desde mi republiqueta tropical, que es este espacio.