domingo, agosto 13, 2006

La propiedad de la catarsis:

Durante estos días de juicios sobre "guacas" millonarias y encuentros malditos, aparece la película Soñar no cuesta nada. Por ser una película bien hecha, por no ser mojigata, por no decir mentiras sobre nuestros deseos. Por esto la recomiendo. Es un respiro sobre la actualidad del tema.
También muestra a una Verónica Orozco hermosa, deseable, imposible conseguirla como mujer y sigue siendo mala cantante. El tema invita a reflexionar y preguntarnos sobre la fortuna. Sobre los momentos cuando todos nuestros deseos se hacen realidad. La posibilidad de transformar nuestra vida ante mucho dinero, muchos deseos y nada de mesura. La felicidad viene en bebida energizante y tomarla de chorro, no una, sino mil veces es un suicidio.
La película tiene una canción de Cabas buenísima, oportuna y por supuesto de amor. La película es impecable en la fotografía y si me muestra a mi país. Donde todos tenemos la posibilidad de embrujarnos por amor, por justicia, por putos, por amistad y deseos. Solo sobrevivimos al cien por hora. Me enamoré de Carolina Ramírez. Buena película, véala.