domingo, enero 27, 2008

Practicar no te hace perfecto...


A veces nos sucede un déjà vu, se nos repiten las secuencias, las etapas de la vida, la creencia en algo, un movimiento. El fenómeno responde a nuestra expectativa de repetir. “Quieres otro”, “Al que no quiere se le dan dos tazas”, la “otra vida”, las otras formas, la variedad. En ese sentido la palabra francesa cobra valor. Repetir la misma cerveza, la misma calle, los mismos modales, las mismas comidas. Ese ya vivido se convierte en una urgencia. La vida es el cabello crespo de Dios. Todos nos enredamos en las mismas curvas. El calendario tiene eternos déjà vu. Un tic es uno déjà vu físico, el gusto, la secuencia de actos diarios, la mirada a las estrellas. Sin la repetición de lo ya vivido no seriamos nadie. La paradoja es que nadie también representa muchos. “Nadie quiso ayudarme”. Y la repetición novedad. Para que exista repetición se debe imitar algo original. Así sea una falla de la Matrix, considero la repetición uno de los elementos que sustentan el universo. Que se repita; por favor, que se repita…. Una y otra vez. También existe el Déjà vécu, Déjà senti y Déjà visité.

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