viernes, mayo 20, 2011

Yo (Bis ∞)























De la mano de las posturas, de los planes, de una que otra meta o de los deseos; nos empezamos a inventar, a reflejar o a multiplicar. De los vestigios que dejamos en otros nos alejamos, los dejamos vivir, ellos siguen creciendo, viviendo y decidiendo por uno. Por eso recibimos una sonrisa, el desprecio momentáneo o una parca, desatenta, grosera, desinteresada indiferencia, por parte de personas que hemos visto una o dos veces en la vida. Nos repetimos, nos reiteramos, nos insistimos, nos degradamos (cabíamos de color y de principios), nos afeitamos, nos detestamos.


Aunque el invento para superar esta condición sea la fotografía, ella misma sigue multiplicando, creando, levantando mundos, de los que somos ajenos pero responsables porque nos representan.

Sin embargo, dejemos que esta condición se reafirme porque posiblemente nos veremos (o veremos una representación de nosotros) en alguna lado que nos dé ligeramente modificados, extrañamente ajenos o hermosamente transformados. Siempre en un egocéntrico “nosotros” que reúne a uno, siempre multiforme.



Los espejos de VEE SPEERS

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