lunes, marzo 16, 2009

La magia del estarcido o esténcil








Al levantar una pared se está afectando la perspectiva del mundo, se constriñe el horizonte, comienza el conocimiento. Las paredes obligan a la imaginación y desembocan en ventanas, puertas o simples ojos de buey. Como balón de desocupado que rebota por la inercia de la soledad lúdica (muchas palabras para hacer rebotar un balón en la pared), cada construcción invita a su contrario, desde la nueva fachada del vecino hasta la institución que nos roba y construye megas edificios sabihondos, pasando por las paredes de nuestros padres. Rayar los muros es un lugar común, ganar espacio en la realidad bidimensional es una protesta, intervenir nuestro pensamiento es un performance necesario.

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