viernes, marzo 13, 2009

Un uso para la máquina del tiempo






Cada libro es una apuesta, un objeto sincrónico que como fotografía desenfocada espera una mente ordenadora. Para activar este artefacto de acumulación gráfica y desusadas hojas amarillas hace falta más que tiempo. Es necesario estar en la tediosa actividad de organizar visualmente las palabras y en la hermosa actividad de tejer la mortaja de otro a través de sus oraciones e ilustraciones. Ya con un libro escrito o dibujado podemos descansar en paz, los ecos de las palabras se escucharan a lo lejos. Hoy no tenemos voz, mañana tendremos ecos de presente. Un libro es una apuesta, es el ojo de la cerradura del presente remoto, de ese que se tomó, se apelmazo, se hizo –deshizo miles de veces para que entraré en la página, en la corrección, en la máquina impresora y por último en la encuadernación; por eso la belleza de un libro viejo sólo puede ser reemplazada por una máquina del tiempo.


Fabulosa página de libros antiguos

BIBLIODYSSEY


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