lunes, agosto 17, 2009

En un día como hoy, el seis de octubre de 1974...


Realizando recorridos por la ciudad y escuchando historias de otras épocas, supe de un hecho propio de la más alta intromisión por parte de los ciudadanos post- jipis o en trace a ser adultos y padres de algunos de nosotros. Fue el traslado de un edificio. Ellos no quisieron mandar a todas las luz marinas del edificio a guardar sus corotos, maquillajes, zapatos plataforma, en cajas de jabón Paramí o en cajas del Idema; ellas con hermosas minifaldas, haciendo mala cara (estilo la rubia del video de Hey Jude), pensando en los bailes ye –yés y yo- yós y en cómo librarse del pesado humo de la oficina; hablaron todo el día del “trasteo”, pero de la oficina completa. Ellas no entendían de eso (el Discovery era sólo un proyecto de la Nasa, sí esa empresa del Mayor Nelson que se acostaba con la flaca del tarro, ah, los mismos de lo de la luna), todos esperaban estrenar edifico, vista a los cerros y hasta de esos teléfonos con teclas. No, no pasó así. Dejaron a todos sorprendidos cuando anunciaron el traslado de edificio. Ella dejó de mostrarme sus dotes de libertaria sexual por esa tarde y me cambió la conversación por la forma cómo se movería su escritorio sin moverse, cómo los papales pendientes y la Olivetti estarían 50 metros más la derecha de la ubicación antigua del mueble. Eso pasó a unas tres cuadras de este teclado, quién se lo hubiera podido imaginar...

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1 Comments:

At 2:42 p.m., Blogger Deprisa said...

Pues casi el día que nací yo, ese año pero el 18 de agosto. Mira que cosas pasaban mientras estaba en la cuna, XDDD

 

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