lunes, octubre 05, 2009

Me gusta cuando callas...





Lo artificial nos aturde, casi es imposible encontrar algo natural. La creación del hombre se ha impuesto sobre lo terrenal, ese sistema que nos encontramos al nacer; sin embargo, cuál de nosotros nace al aire libre. Todos entramos en la artificialidad de una, nos acordamos de lo natural cuando nos pinchamos un dedo, cuando respiramos con dificultad o cuando imaginamos a voluntad (en este caso los elementos artificiales son incorporados casi naturalmente). A veces se intercambia lo natural (de existir) con lo artificial sin darnos cuenta. De pronto, despertamos convertidos en autómatas (ya no en cucaracha), en vehículo, en lo que sea. Lo artificial ya no debe importar, es un camino sin retorno. Hasta las metáforas se trucan por lo artificial. En cualquier momento será imposible distinguir, diferenciar, ya que todo se habrá naturalizado.


Etiquetas: ,