jueves, febrero 09, 2006

La mujer Mandarina


Una buena forma de explorar nuestros recuerdos es tenerlos al frente. Hoy, ayer y hace unos días estuve frente a ellos y pude hablar. Ya no soy silencioso frente al pasado. Por este motivo recuerdo una película que me enseño a perseguir a mis recuerdos más profundos:"Eterno resplandor de una mente sin recuerdos". Yo no estoy detrás del pasado, estoy al frente y lo buscó, no para hacer lo de la lechera que planificaba su futuro. No, esta vez encontré respuestas. En la película el protagonista tiene la oportunidad de recordar a través de una máquina que busca borrar su pasado. Finalmente, logra entrar en contacto con todo lo olvidado, corriendo para evitar que los recuerdos se pierdan. Recomiendo la cinta y les recuerdo que la protagonista muestra que siempre elegimos, no a la más hermosa, sino a la que sabemos que estará indeleble en nuestros pensamientos. Recomiendo ver la película a solas, para que la evocación sea libre y no atada a la mujer que nos acompaña en el sofá.

2 Comments:

At 9:38 a.m., Blogger joplin27 said...

Se debe ser observador sin juzgar... Eso se aplica a los recuerdos, al igual que al presente. Sobre lo indeleble de los recuerdos y las personas que los evocan... Eso es tan relativo...Entre más los busques, menos están y cuando estás más desprevenido, llegan a confundir y desestabilizar lo que se daba por sentado.

 
At 4:27 p.m., Anonymous Anónimo said...

Hola Omar coincido en toditito contigo..
saludos desde tijuana

 

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