lucy in the sky with diamonds

La posibilidad de la ficción permite seres increíbles. Son aquellos que nos sorprenden por su simplicidad o astucia. Admiro a muchos, por ejemplo a Sam, el de I’m Sam; quien no necesita ser inteligente para saber qué quiere en la vida. Es lo que nos une a los perdedores, siempre unirnos con el tonto, el desprotegido. Ese o esa (nunca él o ella) está más cerca de mi cotidiano. Sin embargo, en el fútbol estamos con el mejor (por algo es la última épica). La vida real es imposible con superhéroes. Ya no creemos en ellos y la ficción tampoco. Peter Parker superó a Superman. La soledad del héroe, es la soledad del perfecto. Las rancheras solo hablan de perdedores. Las canciones tristes abundan (¡Viva Fresán!). Todo esto para manifestar mi desacuerdo con los gobernantes sabelotodo y conocedores de la verdad. Con los que no ponen en duda su astucia. Para los perfectos conocedores de algo o de nada. Para los perfectos perdedores. Para todos.

De los lugares más inquietantes, los hospitales. Es donde todo está en vilo, en suspenso. Sin embargo, hay un sentido de la realidad que es contundente. Se está vivo o muerto, o en proceso a llegar a ser. No dudo de los doctores, no dudo de la vida, no dudo de los pasillos horrendos, de los malos olores o de las veces que he tenido que visitarlos. No hay peores o mejores, en los hospitales todos somos poco, todos tenemos dolencias. Hasta cuando somos visitantes nos duele algo. La dura realidad está allá; sin embargo, es tan frágil como los días que transcurren.

Cinema Puro (II)

Al entrar tarde a la sala de cine, me perdí el inicio de No country for old men. Ya estaba en mitad de un asesinato, el otrora tullido. Al salir del lugar de los hechos, la nada. El desierto; del que han huido hasta los coyotes. La inexpresiva arena, aunque más carismática que el rostro de Bardem. El temor recorre la sala cuando el tipo tiene los huevos (cojones, huevas), de no dejar cabo, ni rostro en su sitio, si han visto un crimen. Habla poco, inexpresivo, nunca se ríe y aun así merece un premio. El Oscar al que provoca temor será del español. Ni siquiera corre detrás de las víctimas, no hace falta. Los años ochentas son un espejismo. El contexto no importa y los hoteles de paso son la oportunidad de un asesinato. Tarantino debe morirse de envidia, Kill Bill 2 no es ni la mitad de simple que la de los Coen. La sencillez de no decir nada, de no prometer nada y no hacer caso a los adornos. Es una película donde no llueve, el humor del asesino no lo permite. Ejercicio de frontera, la película de la nada. El tullido sigue siéndolo. Soberbia, una película de temer.

Sol de lunes...

La ópera de los días se cumple otra vez.
El man de la buseta es un tenor de sandeces.
Los transeúntes bailan mientras se suben a transportes que tienen pasajeros hasta en las llantas.
Los arrechos solitarios se mueven lúbricamente en los pasillos de los buses.
Todos cantan y rompen a llorar (cantando) al llegar tarde.
Los desempleados realizan un réquiem de la esperanza.
Los ciclistas cantan baladas a las mujeres atropelladas y a sus medias recién compradas que tienen la falla de San Andrés.
Todavía no hacen coros como los días de quincena.
Los enamorados callamos y vemos pasar el día entre el cotidiano ruido blanco de la vida.

El tic es el bis de la perorata amada en casa y en el trabajo.
Los sueños son insonoros, son del cine mudo.
Los trancones se congestionan de desdichados karaokes.
Cantamos goles en los cafés y gritamos verdades, que suenan a coro de Juanes (pegachentas pero que nadie toma en serio).
La lluvia rompe todo y e lunes se convierte en otro día, igual a cualquier lunes que llueva.
Canta Bell’ amore mio.

Cinema Puro (I)

Las historias de amor trascienden el tiempo, la infamia igualmente. Se recuerdan a las grandes parejas; también, a los grandes mentirosos. Expiación, nos involucra en el amor a pesar de la mentira. Lo que comenzó como bigamia se convierte en difamación y en la cruda verdad de la Segunda Guerra Mundial. Imágenes contundentes con una fotografía hecha para un lienzo. Es una película para repetir cuadro a cuadro.

Es emotivo pensar en un observador de nuestra vida; sin embargo, siempre termina siendo un objetor, un perseguidor, una cámara que sucede, que elige. El observador en esta película busca la belleza en el amor y en la guerra, en la muerte en la sordidez y en la infamia. Definitivamente despierta el deseo de observar y ese es el objetivo del cine. Increíble la cámara de la playa…. Un compañero más en la guerra. Recomendable, Conmovedora y Cinema puro.

Todavía tienes una casa donde apagan la luz durante dos horas....

Cuando miro un cuadro del campo,

Sé que me han expulsado de ahí.

Un montón de manzanas es un costal de culpa.

Los astronautas no se han dado cuenta que no los quieren en la tierra. La mirada al suelo del expulsado de un partido de fútbol es un héroe que es impedido por el villano. La salida es una posibilidad siempre. La emancipación de la vida de los otros es una opción casi siempre voluntaria. Y nunca estamos en la calle, siempre estamos en la otra acera, en otro lugar. El síndrome de Diógenes es cuando desechas todo. Por ahora, cuando las casas se caen quedan en pie otras; que no necesitan mayordomo, capataz o casero. Apoyo a los desplazados forzosamente de los tiranos y de los dueños del mundo. La emancipación es una alternativa; sin embargo, a veces es circunstancia.

De niños, viejos y otros caprichos

Sin días de seguido, sin la inquietud de intrigas abiertas. Sin deseos de intriga, sin ejemplos de valor. Sin caminos con encrucijadas, sin mentiras a largo plazo. Cuando sea viejo quiero actuar como Morgan Freeman. Mantenerme entero, actuar mejor, ser de todo y tener 71. La vejez es un espacio que no desprecio, cada día me acerco a ella. NO la quiero ahora , la quiero cuando se deba. Ver a Freeman me recuerda mi niñez. Una de las películas que más me gustaba era Cocoon. Donde las ganas de vivir provenían de unos huevos extraterrestres. La verdad tiene huevo la película, no es necesario un Aliens para tener ánimo. Todos lo tendremos en la ancianidad o como se llame a esa época. En mi lista de cosas por hacer antes de morir estarán libros y películas; quisiera ver a la Allen (a ti) y a Bowie. También, otras cosas más…

La civilización del CONCEPTO

La inteligencia artificial no es algo nuevo. A propósito de la entrada de Alfred sobre Un mundo feliz, no dejo de pensar que tenemos una diferencia muy grande con los animales. Ellos no piensan sobre conceptos, nosotros sí; siendo esta característica nuestra desgracia. Pienso solamente en conceptos bastante humanos, me conmuevo y me hacen pensar. Hay conceptos que superan mi humanidad. Aunque crea en ellos y busque su supremacía, ya les vendí el alma. Sin embargo, creo que la humanidad fue lejos. Pienso en la JUSTICIA, en las personas que mueren protegiéndola. Lo mismo para la PAZ, para el AMOR, el trabajo para la ORGANIZACIÓN, en IDEOLOGÍA. Sé que soy efímero y no tengo remedio; sin embargo, quiero seguir pensando que no serán conceptos que no se ven, los que nos rigen. PATRIA, HONESTIDAD, FELICIDAD, SABER. No podemos alejarnos y debemos llevar nuestro ÁNIMO a las ESPERANZAS. Como no soy animal, me doy cuenta y colaboro con esta humanidad. El proyecto que no tiene FIN. Pastaré otro tiempo más en esta tierra y luego pensaré en otros CONCEPTOS.