lunes, marzo 10, 2008

Otro que muerde el polvo...


Un criterio del ser es la experiencia:

Abro los ojos y estoy frente al retador. Recibo golpes y me entretengo con sus botas. La belleza del momento está en los detalles del mundo. Un foco, una ventana, el aire sobre mis mejillas, un cordón, el lunar de la mujer que me mira. El sabor de los dientes en la caída.

La sensación de asco en otro. La inmundicia que no percibo, es la libertad del reo. La atroz reacción del moribundo. Recuerdo del segundo anterior: ¿La sensación de qué?

Me levanto del dolor y emprendo una carrera. Él me persigue y trae al juez. En medio de la calle siento el ridículo de la equivocación. La experiencia se opone a mi pudor y decido cerrar los ojos.

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